PRESENCIAS Y AUSENCIAS - RETROSPECTIVA DE PABLO ATCHUGARRY
Un presente majestuoso y desafiante
La Fundación Pablo Atchugarry goza hoy de un prestigio ganado en base a un modelo de gestión que combina la búsqueda de la excelencia en la programación artística con la obsesión por lograr que sus iniciativas lleguen efectivamente a la mayor cantidad de gente posible.
No hay un artista que haya expuesto o cantado en la Fundación y que no haya sentido el calor con que Pablo Atchugarry y su esposa Silvana Neme revisten un hogar que hoy luce más vital que nunca desde su sala principal, bautizada con los nombres de los padres de Pablo, Pedro Atchugarry y María Cristina Bonomi, hasta su vasto Parque de Esculturas, pasando por el auditorio cerrado, la sala de exposiciones Alejandro Atchugarry y Adriana Rubino, la sala didáctica Miguel Ángel Battegazzore y el majestuoso, y ya histórico, anfiteatro.
Pero, ¿qué novedad ofrece la Fundación en este año tan especial, en el que celebrará su primera década de vida? En primer lugar, una exposición del propio Pablo donde, a través de 30 piezas en mármol estatuario de Carrara, en bronce, en acero y en mármol rosado de Portugal, propondrá una mirada retrospectiva de su obra con un conjunto de esculturas nunca antes presentadas en el Uruguay.
El 29 de diciembre de 2017 se realizará la inauguración de esta muestra titulada “Presencias y ausencias”, solo unas horas antes de otro gran acontecimiento: la actuación en el anfiteatro, por segunda vez y con un programa distinto, del Ballet Nacional Sodre, por cuya consagración internacional tanto hizo el maestro Julio Bocca.
El 30 de diciembre, para arrojar más simbolismo a un festejo muy especial, el padre Marino Colombo, cuya historia está íntimamente ligada a la de la familia Atchugarry-Neme, viajará a Uruguay desde Italia para inaugurar una capilla construida por el arquitecto Leonardo Noguez que alojará “La Pietà”, la imponente obra en mármol de Carrara que Pablo comenzó en 1982, que terminó un año después y que llegó a nuestro país hace apenas un lustro.
Con el Festival de Música Entre Naturaleza y Arte 2018, que en ediciones anteriores ha permitido que por la Fundación pasaran algunos de los intérpretes de música popular y de música culta más laureados de las Américas, y con algunas sorpresas que, con su espíritu inquieto, Pablo siempre guarda debajo de la manga, se completará una propuesta libre y gratuita que honrará la historia de este centro cultural, al tiempo que ensayará una mirada moderna y desafiante sobre el futuro para niños de todas las edades.
Pero lo que hoy luce como una unidad con sentido pleno llevó mucho trabajo y comenzó con el esfuerzo primigenio de Alejandro y Marcos Atchugarry, los hermanos de Pablo, por encontrar un trozo de tierra en Manantiales para que el escultor pudiera concretar su sueño. Aunque ésa, claro, es otra historia.
Pablo Cohen