Pablo Atchugarry propone un Viaje a través de la materia en Manantiales.
Las esculturas de Pablo Atchugarry tienen una fama mundial muy bien ganada. El artista uruguayo sabe extraer los secretos de la piedra como ninguno, “eliminar lo superfluo”, tal como enseñaba Michelangelo, pero también trabaja con el bronce, el hierro, el acero y la madera con el talento de un maestro.
La exposición que se inaugura hoy en la fundación del artista, cercana a Manantiales, Viaje a través de la materia, “trata de mostrar cómo influyen en las obras el encuentro con los diferentes materiales, donde finalmente la naturaleza a través de la materia se vuelve protagonista”, según se advierte en el catálogo de la muestra.
Atchugarry no hizo más que seguir su destino cuando comenzó a demostrar interés en lo que era una pasión de su padre, Pedro Atchugarry, un habitué de las exposiciones de los más afamados artistas uruguayos, entre ellos los integrantes del taller de Joaquín Torres García.
Desde niño comenzó a pintar y en su adolescencia ya demostró interés por la escultura, en cemento, metal y madera. Expuso por primera vez en solitario en 1972, a los 18 años, en la Sala Cívica de Montevideo y dos años más tarde realizó su primera exposición en el exterior, en la ciudad de Buenos Aires. Hacia fines de la década de 1970 viajó a Francia, España y, finalmente, a Italia donde realizaría su primera muestra personal,en Lecco.
En 1979 descubrió la magnificencia del mármol y realizó en Carrara su primera escultura con este material, La Lumiere. Mientras avanzaba en su carrera retornó regularmente a Uruguay hasta que en 1982 decidióe establecerse en Lecco, como consecuencia del encargo de una gran obra La Pietà, hoy propiedad de la Basílica de San Nicolò.
Desde entonces Pablo Atchugarry no hizo más que crecer y consolidar su arte, dejando lo figurativo y emprendiendo un camino propio, con una pureza ajena a cualquier concepción que pueda traducirse en un discurso conceptual.
En 2002 el artista recibió el Premio Michelangelo, en reconocimiento a su carrera. Una año después representó a Uruguay en la 50º Bienal de Venecia con la obra Soñando la Paz, un grupo escultórico formado por cinco elementos en mármol de Carrara, entre 3,5 y 2,5 metros de alto y otros tres en mármol Bardiglio de la Garfagnana de 1,5 metros de alto.
En enero de 2007 se inauguró la Fundación Pablo Atchugarry con la finalidad de difundir las artes plásticas, la literatura, la música y el teatro, así como también tratar de estimular a niños y jóvenes en la exploración del campo de la creatividad. Hoy por hoy, la Fundación Itaú patrocina la actividad de este emprendimiento.
En 2009 por iniciativa de la Fundación y el Heidi Weber Museum Center Le Corbusier de Zurich, se concretó en enero de 2010 una muestra con 120 obras de Le Corbusier: óleos, esculturas, tapices, litografías, grabados, mobiliario, maquetas y dibujos de la Colección Heidi Weber.
Pablo Atchugarry vive y trabaja en la ciudad de Lecco, aunque viaja con frecuencia por Europa y América Latina. En la ciudad de Lecco se creó también el Museo Pablo Atchugarry, donde se puede apreciar la evolución artística del autor.
Muestra de Miguel Ángel Pareja
Galería de las Misiones inaugura el 8 de enero en su galería de José Ignacio la muestra retrospectiva de Miguel Ángel Pareja, con obras que abarcan desde la década de 1940 hasta la de 1980.
Miguel Ángel Pareja nació en 1908 y fue una personalidad clave del ambiente cultural uruguayo desde la posguerra hasta su muerte en 1984, tanto en su papel de creador como en el de docente.
Como creador se destacan sus creaciones neocubistas con la síntesis como objetivo: paisajes, figuras de chinas y gauchos con mate y guitarra, temas locales y rurales, marcados por el despojamiento hasta dejar al desnudo la esencia.
En la década de 1950 rescata la tradición colorista de la pintura planista nacional y desemboca en la abstracción. En los sesentas esa abstracción amplía el ritmo compositivo en estructuras monumentales reducidas a la mínima expresión plástica para capturar el ritmo vital y la celebración del momento.
La obra de Miguel Ángel pareja es considerada como un capítulo fundamental en una historia del arte nacional.
Como docente es muy importante su tarea en la Escuela Nacional de Bellas Artes, primero como profesor y luego como director de la institución. En su desempeño en esa casa de estudios se destaca su labor en la sensibilización colectiva a través de murales barriales o la difusión popular de la cerámica decorada y telas serigrafiadas.
La muestra que se exhibirá desde el martes 8 de enero en Galería de las Misiones de Josë Ignacio es representativa del proceso de maduración del artista, desde los años de 1940, hasta la culminación de la década de 1980.